martes, 23 de julio de 2013

Mi pequeña golondrina (parte 2)

    Tras la comida, la familia de Jane se fue a descansar a sus habitaciones, ya que estaban agotados tras el largo viaje. Sin embargo Jane, por más que lo intentaba, no podía dormir, por lo que decidió bajar al salón principal para hablar con su bisabuela. Al llegar allí, vio que no había nadie.
    -La señora ha salido a pasear – dijo una voz de mujer tras Jane.
    La chica asustada se dio la vuelta, pero se calmó al ver que solo era la asistenta.
    -Vale, gracias – tras esas palabras, la mujer se fue por dónde había venido.
     Jane se puso a deambular por la vieja casa, a investigar por los rincones, pero no se atrevió a ir más allá del piso en el que dormían sus padres, por si acaso se despertaban. Cuando ya llevaba un rato caminando por la casa, decidió ir a la cocina a  por un poco de agua. Casi se volvió loca buscando los vasos, pero finalmente los encontró. Estando en la cocina, se percató de que había una puerta que daba a un jardín trasero y, como no tenía nada que hacer, decidió ir allí.
    El jardín era bastante grande y el suelo estaba cubierto por las hojas caídas del único árbol que allí había. Un viejo columpio colgaba de una de sus ramas y Jane se acercó a él para montarse. Le pareció extraño que su bisabuela tuviera un columpio, ya que dudaba que se montara en él, pero luego pensó en su abuela Amy y en que seguramente ella si habría jugado en él. Sonrió al imaginarse a su abuela de pequeña jugando en aquel lugar, pero pronto se entristeció, ya que no tenía casi ningún recuerdo de ella debido a que murió cuando Jane era muy pequeña. Se sentó en el columpio y tras comprobar que aguantaba su peso, comenzó a mecerse suavemente, pero pronto se bajó de allí, ya que la cuerda que lo ataba al árbol crujía con cada movimiento del columpio.
    Fue al fondo del jardín y allí, vio un coche completamente oxidado y con las ruedas pinchadas. Se acercó más, guiada por la curiosidad y al estar más cerca se dio cuenta de que era un Volkswagen escarabajo de color amarillo desteñido y oxidado. Algunas de las hojas caídas del árbol reposaban sobre él y la vegetación del lugar casi lo ocultaba. Jane miró a través del cristal de la ventanilla del conductor y a duras penas consiguió ver el interior. Probó a abrir la puerta y, para deleite suyo, esta se abrió. Pasó al interior, dejó la puerta abierta y se acomodó frente al volante, levantando una nube de polvo
procedente del asiento. En un rincón del parabrisas había una telaraña con su dueña moviéndose lentamente en ella. Jane sabía que habría más insectos en el interior del vehículo, pero a ella no le daban asco o miedo, por lo que le dio igual. A la puerta del copiloto le faltaba el cristal y al otro lado veía un enorme rosal. Centró su vista al frente y cogió el volante con las manos, lo giró un poco, pisó uno de los pedales y pronto se imaginó conduciendo ese coche. La idea le hizo sonreír. Jane se quedó contemplando el polvo que flotaba frente a ella y que era iluminado por un tímido rayo de sol, haciendo que las diminutas moléculas brillaran como si tuvieran luz propia.

    Una repentina ráfaga de viento hizo que la puerta del coche se cerrara con un chirrido y el golpe hizo que la guantera del lado del copiloto se abriera, dejando caer un montón de papeles al suelo. Jane los recogió y se dio cuenta de que eran sobres de cartas. Cogió una y miró la parte de adelante, viendo que la carta estaba dirigida a su bisabuela, le dio la vuelta y leyó el nombre del remitente: Connor Cardew. No sabía quién era ese hombre, pero por el apellido, supuso que era su bisabuelo. Vencida por la curiosidad, sacó la carta del sobre y se sorprendió al ver la fecha: 26 de junio de 1916. Por lo que había estudiado en Historia, sabía que en ese año había tenido lugar la Batalla del Somme, una de las batallas más sangrientas de la Primera Guerra Mundial. Sin poder esperar ni un segundo más, comenzó a leer...

1 comentario:

  1. Vamos a ver como sigue ¿no? Está muy interesante esto... El nombre de Jane... ME ENCANTA! Es precioso... :') jajajaja
    ¿Y cómo se puede sentar en el coche con bichos y esas cosas? Yo ya habría salido corriendo de allí nada más ver la araña jajaja
    Espero el siguiente!
    Besoos!^^

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