sábado, 15 de diciembre de 2012

Una batalla perdida.


       
   -Mira, aquí hay otro – le digo a mi amiga que está a mi lado mientras me dispongo a apuntarlo en un trozo de papel.

    -No, tiene una cruz roja – dice con lágrimas en los ojos –. Ese no cuenta.

    Seguimos mirando en busca de algo de provecho, pero todo lo que encontramos tiene una marca roja. Miro de nuevo a mi amiga cuyos ojos están enrojecidos por haber estado llorando y que sigue buscando con la mirada algo que apuntar.

    -Es inútil – dice al cabo de un rato – Por más que le demos vueltas no vamos a poder arreglarlo – y tiene razón. Lo que tenemos ante nosotras es irreparable, no hay nada de provecho.

    Levanto la vista y veo a otra chica también con lágrimas en los ojos “Le habrá pasado lo mismo que a mi amiga” pienso. Me fijo más y no tardo en encontrar más gente como ella: llorando e intentando sacar algo de provecho.”Ha sido una matanza” y todo porque no hemos tenido el tiempo suficiente y no nos han explicado las cosas como tenían que haber sido explicadas. Sabíamos las consecuencias que podría tener todo esto, pero al ver las lágrimas en los ojos de mi amiga, siento que todo esto es una gran injusticia.

    -Tranquila – le digo mirando de nuevo la hoja de papel – El próximo examen lo aprobarás – digo mientras vuelvo a mirarla. Mi amiga sigue revisando la hoja buscando algún fallo que hubiera tenido la profesora al corregir el examen, sumando y volviendo a sumar las puntuaciones de los ejercicios… pero el resultado siempre es el mismo: 3,7.

    Nuevas lágrimas ruedan por su mejilla y no sé qué más decirle. Yo nunca he suspendido un examen y no sé qué es lo que la gente quiere oír en estos casos. Además, este ha sido el primer examen de Lengua que suspende mi amiga, aunque por otro lado, estamos en 4º de ESO y se supone que las asignaturas son más difíciles.

    El timbre que anuncia el final de la clase suena y mi amiga se levanta rápidamente de la silla, coge su mochila con una mano y el examen con la otra y se acerca a la mesa del profesor dejando encima la hoja del examen suspenso. 

jueves, 8 de noviembre de 2012

"Voy a encontrarte".

"Quiero encontrarte" le susurro a la almohada después de uno de esos sueños que siempre me dejan sin respiración. En ellos apareces tú, te veo, te toco, te beso, me besas... y todo es perfecto. A veces simplemente te veo a lo lejos, otras estás tan cerca que siento tu respiración. Anoche, estábamos los dos sentados en un banco bajo las copas de los árboles. Desde nuestro sitio teníamos una vista perfecta de un lago de aguas claras reflejando la luz de las estrellas y en la orilla, veíamos un pequeño pueblo del que salían fuegos artificiales de muchos colores que parecían pequeñas flores hasta que estallaban en el oscuro cielo coloreándolo de rojo, verde, violeta y rosa. Con cada fuego artificial mi sonrisa se ensanchaba, pero no por ver el espectáculo de colores, sino porque estaba contigo y cada segundo que pasaba a tu lado me hacía más feliz. De repente, noto tus cálidos labios en mi mejilla, dándome el beso más dulce del mundo y haciendo que mi sonrisa se ampliara aún más y que el ritmo de mi pulsación acelerara. Giro la cabeza para mirarte, sin embargo solo logro ver tu pelo: rubio, corto y despeinado, ya que antes de darme cuenta estoy de nuevo en mi habitación, pero sigo sintiéndome como si siguiera allí: con la sonrisa grabada en mi cara y el corazón latiendo desbocado en mi pecho. Desearía que hubiera durado más, como muchas otras veces. "Quiero encontrarte", repito. En mi cabeza rememoro una y otra vez lo soñado y pienso si tú estarás como yo, sonriendo y feliz de haber soñado conmigo, pero las cosas son como son, y son solo sueños que me transportan a un mundo nuevo y mágico. Lo malo es que las historia siempre acaba igual, me despierto y todo termina ahí. "Quiero encontrarte" digo una vez más, pero me doy cuenta de que con quererlo no hago nada, tengo que intentarlo. Así que esta vez cambio la frase: "Voy a encontrarte" digo en voz alta y sé que es cierto, que algún día estaré contigo, que me sentiré como en mis sueños.



miércoles, 25 de abril de 2012


Una sonrisa tuya se convierte en mi mundo, tus miradas de complicidad en mi vida. Tú eres ese rayo de sol que ilumina mi vida, un pequeño atisbo de esperanza entre el caos y la confusión, mi norte cuando estoy perdida. Dicen que el amor es efímero y sin sentido, pero yo sé que a lo nuestro no se le puede llamar "AMOR" , porque es mucho más. Lo veo en la inmensidad de tus ojos cuando me miras de esa forma que me hace estremecer. A tu lado un segundo es la eternidad disfrazada en un suspiro. El sonido de tu voz es como una droga para mí, roza mi piel y algo en mi interior se activa, acercándome más y más a tu cuerpo. Si eso es solo con el sonido de tu voz, al pensar en tus caricias no puedo evitar sentir un escalofrío o sonreír tontamente. Con cada beso que me regalas mi mundo se hace más grande y en él sólo estamos tú y yo. Todo parece más fácil si te tengo a mi lado, soy feliz, y eso nadie podrá arrebatármelo. Contigo mi corazón está completo y mi alma roza con la punta de los dedos, no sólo las estrellas, sino todo lo de  más allá.


"Si no recuerdas la más ligera locura
en que el amor te hizo caer, no has amado".
William Shakespeare.  

martes, 24 de abril de 2012

¿Sabes que te quiero?

¿Sabes que te quiero?
¿Sabes que sueño con tus besos?
¿Sabes que sin ti me muero?
¿Sabes que tú me llevas al cielo?

¿Sabes que te quiero?
¿Sabes que por ti volar yo puedo?
¿Sabes que sin ti me desespero?
¿Sabes que te anhelo?

¿Sabes que te quiero?
¿Sabes que te busco y no te encuentro?
¿Sabes que eres el único en el que pienso?
¿Sabes que estás en mi recuerdo?

¿Sabes que te quiero?
¿Sabes que por ti no duermo?
¿Sabes que te espero?
¿Sabes que no me importa el tiempo?
¿Sabes que para ti son estos versos?

¿Sabes qué es lo que pienso?
Pienso en que no te tengo
en que mi amor por ti es verdadero
en que cuando estoy contigo
todo me parece un sueño
y en que espero al amanecer
para poder verte de nuevo.


Si pienso en que no te tengo a mi lado, siento un dolor muy grande en mi pecho, porque sé que difícilmente sentirás lo mismo que yo. Yo soy una chica normal y corriente dentro de una enorme multitud. No seré la más guapa, ni la más lista, ni la más graciosa... pero sé que te quiero. TE QUIERO con toda mi alma, cada parte de mí te necesita, necesita abrazarte, tocarte, besarte, sentirte cerca de mí, oír tu voz susurrando en mi oído... 
Sólo me queda aferrarme a tu recuerdo, que cada día es más doloroso, que cada día me hace sufrir más y cada día me hace pensar que estoy más lejos de conseguirte.
Eres simplemente TÚ y solo por ese hecho es por lo que te quiero. No cambies, eres único.








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