jueves, 27 de junio de 2013

Una etapa más.

   Ayer cerré una etapa de mi vida. El instituto. He acabado la ESO y estoy muy contenta, aunque siempre me esté quejando del instituto, los estudios, los profesores y muchas otras cosas, en el fondo son algo muy importante para mí. Me han dado una educación y son el primer paso para poder tener unos estudios y una cultura. Somos muy afortunados de tener una educación gratuita y por desgracia muy pocas veces nos damos cuenta de esto y muchas personas malgastan esta oportunidad sin saber que en otras partes del mundo hay niños que están deseando aprender a leer y escribir.
    Esta entrada no tiene más. Sólo quería decir que estoy muy contenta de haber acabado esta etapa de mi vida, que tengo que prepararme bien para Bachillerato y que hay que apreciar la educación, ya que es un aspecto muy importante de nuestras vidas.

Educar a un joven no es hacerle aprender algo que no sabía,
sino hacer de él  alguien que no existía.

lunes, 24 de junio de 2013

Poemas

    Un amigo mío escribió unos poemas hace un tiempo y me pareció una pena que nadie los pudiera leer. Por eso los voy a subir, para que los podáis ver. No tienen título, pero los iré separando con espacios. Espero que os gusten :)

Tú eres mi alegría,
tú eres mi luz,
la razón por la que me levanto cada día.
Tú que me haces sonreír
cuando me hundo dentro de mí.
Tú eres mi principio,
tú eres mi final,
eres mi horizonte en que guiar.
No sabes lo que siento,
pero me ayudas a comprender
lo que siento.
Gracias por tu ayuda,
por tu sonrisa
cuando no veo el final.


¿Qué es esta sensación que tengo,
esta sensación que me corroe por dentro?
¿Qué es?
No es más que amor,
esperanza.
Te veo lejos y sufro,
te veo cerca y me hundo,
no puedo verte.
No quise enamorarme,
pero lo hice.


Tú me hiciste daño
hace atrás un año.
Lastimado,
destrozado...
tú me hiciste llorar
por algo que no pude lograr.
¿Qué hacer para calmar mi llanto?
Tonto de mí,
el tiempo deja de lado
los malos recuerdos
y nos deja atrás,
como una lata oxidada
sin más,
olvidada.


¿Qué es la tristeza?
Un sentimiento,
una lágrima derramada por alguien,
por algo,
no es más que un sentimiento pasajero
que, sin más,
no puedo comprenderlo.
Estoy apagado,
estoy amargado.
¿Qué ves al final?
Luz al final.
Al final del camino
la tristeza no es más que daño
hecho por alguien.


No sé lo que siento,
no sé lo que pienso,
no sé lo que hago.
Tu amor me ha cambiado
triste y solitario
soy un viajero con destino
mi pena.


sábado, 22 de junio de 2013

Parte 3

    Poco a poco vuelvo a la realidad. El dolor ha desaparecido y me siento como si estuviera flotando. Abro los ojos y lo primero que veo es el rostro de Erlan. Sonrío sin poder evitarlo, aunque al hacerlo me da vueltas la cabeza.
    -Adriana – dice cuando se percata de que estoy despierta. Se detiene en mitad del camino y entonces me doy cuenta de que estoy en sus brazos.
    -Hola – digo simplemente.
    -Me has dado un susto de muerte. Creía… creía…
    -No me ha pasado nada, ¿vale? – le digo para tranquilizarlo –. Estoy bien.
    Erlan me deja en el suelo y noto cómo me tiemblan las piernas.
    -¿Qué ha pasado con el Gahzie? – le pregunto, todavía un poco atontada.
    -Para empezar, tu plan no funcionó del todo bien – empieza a decir –. Casi me aplastas a mí, pero conseguiste confundir al Gahzie el tiempo suficiente para que yo pudiera escapar – le dirijo una mirada de disculpa –. Después subí a por ti y casi me da algo al verte allí tirada – dice y hace una pausa –. Utilicé una de las flores que cogimos para curarte y aquí estamos.
    -Gracias – digo y esta vez la sonrisa sale sola.
    No tardamos en salir del bosque y la promesa que le hice a Erlan viene a mi mente acompañada de un sentimiento de tristeza y una punzada de dolor que no tiene nada que ver con el veneno del Gahzie.
    -Bueno… me has ayudado a salir del Bosque Oscuro – le digo y me cuesta un montón pronunciar estas palabras –. Has cumplido tu parte del trato así que yo cumpliré la mía. Ya no eres mi esclavo – suspiro –. Puedes irte.
    Erlan se gira para mirarme y me parece que sus ojos negros brillan más que nunca.
    -No puedo irme – dice tras unos segundos de silencio –. Me he dado cuenta de que no puedo estar lejos de ti – sus palabras hacen que me dé un vuelco el corazón –. Sea esclavo o no, ya no soy dueño de mí mismo y me temo que nunca más lo seré.
    Le sonrío ampliamente y no decimos nada más. Después, emprendemos el camino de vuelta a la ciudad.




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Bueeeeno, pues así acaba la cosa. Espero que os haya gustado :)


martes, 18 de junio de 2013

Parte 2

    Nos abrimos paso entre la maleza del bosque, que cada vez es más espesa y donde la luz del sol apenas logra colarse entre las hojas de los árboles.
    -No entiendo cómo puede tener tan mala fama este bosque – dice Erlan, que va delante de mí. Le he tenido que quitar las cadenas para que pudiera avanzar mejor entre las ramas y los árboles –. No tiene nada de peligroso – dice mientras se desengancha la andrajosa camiseta de un arbusto.
    -Eso es porque estamos teniendo suerte – digo siguiendo sus pasos –. Nadie que se haya adentrado en este bosque ha salido jamás y dicen que aquí viven unas criaturas horribles.
     -¿Qué criaturas?
    -Nadie lo sabe, porque nadie ha salido de aquí para contarlo – repito.
    Seguimos caminando y poco a poco, casi sin darnos cuenta, la estética del bosque va cambiando: los árboles son más verdes y están más separados entre sí y pequeños rosales sustituyen a las zarzas. Unos pasos más adelante, encontramos un amplio claro en el que crecen unas preciosas flores de pétalos dorados que reflejan los rayos del sol descomponiéndolos en los colores del arco iris.
    -¿Estas son las flores que buscas? – me pregunta Erlan.
    -Creo que sí – le digo sin estar muy convencida.
    Cojo un par de ellas y las guardo en un tarro de cristal que traía conmigo. Volvemos por donde hemos venido, dejando el maravilloso claro a nuestras espaldas.
     -Tampoco ha sido tan horrible – dice Erlan unos segundos después.
   -La verdad es que no sé qué pensar – le digo –. Me esperaba otra cosa. No sé… monstruos, plantas carnívoras…
    Un potente rugido me interrumpe a media frase. Los dos nos quedamos quietos en el sitio. El aire vibra a nuestro alrededor y el suelo tiembla ligeramente bajo nuestros pies.
    Un segundo rugido nos hace reaccionar y echamos a correr como locos, sin una dirección concreta, sólo guiados por el miedo.
    -Mierda – murmura Erlan cuando nos encontramos con una pared de piedra delante de nosotros.
    Estamos atrapados. Empiezo a asustarme de verdad. Camino de un lado a otro sin saber dónde quedarme quieta, buscando algún escondite. Y la cosa que nos sigue está cada vez más cerca.
    -¿Nos subimos a un árbol? – le pregunto con voz temblorosa.
    -Si lo que nos sigue es lo que creo que es – dice –, no  nos servirá de nada.
    -¿Y qué crees que es? – le pregunto, aunque prefiero no saberlo.
    -Un Gahzie – me dice y la alarma que oigo en su voz me asusta todavía más –. Son ciegos, pero tienen un olfato y un oído muy desarrollados, por lo que te escondas donde te escondas te acaban encontrando.
    -¿Y no podemos hacer nada? – le pregunto desesperada.
    -La única opción que tenemos es luchar contra él, pero sin ningún arma lo veo muy complicado.
    -¿Con esto servirá? – le digo tendiéndole la daga que llevaba en el cinturón.
    -Esperemos que sí.
    Nos pegamos a la pared de piedra lo máximo posible esperando a que el Gahzie haga acto de presencia. Unos segundos después, una enorme criatura negra como el más profundo abismo aparece de entre los árboles. Se detiene un momento, olfateando el aire. Ni siquiera me atrevo a respirar y mi corazón late desbocadamente. Cojo la mano libre de Erlan y la aprieto con fuerza. Él me devuelve el apretón y por un momento me siento mejor, pero esta sensación no dura, porque el Gahzie se abalanza sobre nosotros y Erlan me empuja a un lado mientras él se va hacia el otro. La criatura se choca contra la pared y queda confundida durante unos instantes.
    A partir de aquí, apenas me entero de lo que ocurre. Erlan y el Gahzie se mueven de un lado a otro atacándose y yo no sé qué hacer. Entonces mi mirada se fija en unas grandes rocas que hay en un saliente de la pared. Si pudiera llegar hasta ellas y hacerlas caer… podría aplastar al Gahzie, aunque también a Erlan. Esa imagen hace que me maree.
    No lo pienso más y empiezo a escalar por la pared de roca, pensando únicamente en llegar hasta arriba y acabar con esta pesadilla.
    -¡Adriana! ¿Qué haces? – me grita Erlan desde abajo, alarmado - ¡Estás loca!
    -¡Calla y entretenlo!
    Busco un palo con el que poder hacer palanca y conseguir arrojar las rocas. Por suerte encuentro uno, lo coloco bajo la piedra y empujo.
    -¡Adriana, cuidado! – me grita Erlan desde abajo.
    Alzo la vista y entonces, cuatro púas del Gahzie se clavan en mi cuerpo. Al principio no noto nada, pero poco a poco el veneno empieza a hacer efecto y comienza a dolerme la cabeza y a temblarme las manos. Ignoro el dolor y hago acopio de mis últimas fuerzas para tirar las rocas. Al tercer intento, caen por el precipicio. El dolor aumenta y siento como si me estuvieran clavando cuchillos al rojo vivo por todo el cuerpo. Al final, todo se vuelve negro a mi alrededor.

domingo, 16 de junio de 2013

Parte 1

   Camino de un puesto a otro del amplio mercado mientras los tenderos gritan una larga cantinela de los productos que dan a ofrecer: pociones para enamorar, bolas de cristal en las que almacenar los sueños, polvos de hada y plumas de ave fénix. Pero a mí no me interesan esas cosas, a no ser que alguien venda algo de valentía, porque es justo lo que necesito para atravesar el Bosque Oscuro.

    Una voz grave y potente empieza a oírse por encima del griterío general y la gente se arremolina junto al dueño de esa voz, que se encuentra subido a una improvisada tarima de madera.
    -¡Esclavos traídos de las tierras al otro lado del océano de Ym! – grita un hombre de piel bronceada por el sol - ¡Hombres para los trabajos más arduos y mujeres para las tareas de la casa!... Y para satisfacer los placeres de los hombres… – esta última frase la dice bajando el tono de voz y provocando las risas de unos hombres cercanos.
    Los esclavos se van yendo conforme pasan a ser propiedad de un nuevo amo, pero yo ya no aguanto más aquí. ¿Cómo pueden comprar a una persona para hacerles lo que les venga en gana? Son humanos, no objetos. Decido salir de aquí cuanto antes, pero unos ojos oscuros y brillantes como una noche estrellada me detienen. Pertenecen a un esclavo, un muchacho de unos dieciséis años. Se nota que ha sido tratado brutalmente: tiene moratones y heridas por todo su delgado cuerpo, la ropa que lleva ni siquiera puede ser calificada como tal y apenas le dan de comer, ya que podría contar casi todos sus huesos. Sin embargo, sus ojos brillan llenos de fortaleza, vida… y también odio. Odio hacia el hombre que le arruinó la vida y ahora quiere venderlo como esclavo. El muchacho fija su mirada en mí. Entonces reacciono y sin darme apenas cuenta de lo que estoy haciendo, levanto mi mano.
    -¡Te ofrezco cincuenta monedas de oro por él! – grito para que el hombre me oiga. Todo el mundo se gira para mirarme, preguntándose para qué quiere una muchacha como yo un esclavo.
    -De acuerdo, ¿alguien da más? – dice el hombre.
    Por suerte nadie se interesa por él, por lo que me acerco a la tarima, le pago al hombre las cincuenta monedas y me alejo del mercado lo antes posible con el esclavo andando detrás de mí.
    Salgo de la ciudad sin nada de dinero. Me giro para mirar al chico, que camina a paso ligero para no quedar atrás y ser arrastrado por las cadenas que lleva puestas. Me compadezco de él. Por lo menos ahora podrá vivir tranquilo, porque no pienso permitir que sea mi esclavo. Sí, ya sé… cualquiera diría que me he gastado el dinero para nada, pero a mí me parece un precio muy bajo, ya que el valor de una vida es incalculable.
    Unos minutos después me detengo y me vuelvo hacia él, pero entonces me acuerdo del Bosque Oscuro. Un escalofrío me recorre de arriba abajo. No puedo atravesarlo yo sola. Miro al esclavo y se me ocurre una idea.
    -Escucha – le digo. El chico alza la cabeza y sus oscuros ojos vuelven a atraparme –, yo no quiero ningún esclavo, ¿vale? Por lo que te propongo un trato – él continúa observándome  –. Si me ayudas a atravesar el Bosque Oscuro, después te dejaré en libertad.
    Su rostro se ilumina al oír mis palabras y casi espero ver una sonrisa asomando en sus labios, pero no hay sonrisa alguna.
    -¿Aceptas el trato? – digo extendiendo la mano hacia él, que la estrecha con la suya y provoca que las cadenas que lleva hagan un ruido chirriante.
    -Me llamo Erlan – dice una vez retiradas nuestras manos.
    -Yo Adriana – le digo y me quedo observando sus cadenas. Quiero quitárselas, pero tengo miedo de que se escape.
    Pasamos todo el día caminando y cuando llegamos a las lindes del bosque, en el horizonte sólo queda una línea roja como prueba de que el sol estuvo alguna vez ahí. Decidimos pasar aquí la noche.   
-¿Por qué quieres internarte en ese bosque? – me pregunta Erlan mientras la poca carne que me queda se hace lentamente sobre el fuego.
    -Simplemente no quiero, pero dicen que en lo más profundo del bosque crecen unas flores capaces de curar cualquier enfermedad – retiro la carne y le paso un trozo a Erlan –. Mi padre enfermó hace unas semanas y nadie sabe qué es lo que le pasa. Quiero encontrar esas flores y llevárselas antes de que sea demasiado tarde.
    -Vaya, lo siento – me dice.
    -No pasa nada.

    No hablamos más durante la cena y el único ruido que oímos es el crepitar del fuego y el tintinear de las cadenas de Erlan. Nos tumbamos sobre el duro suelo y nos dormimos.

¡Mi primer premio!

   Madre mía, no puedo creer que haya ganado un premio. MI PRIMER PREMIO jajaja. Estoy muy contenta de verdad y debo darle gracias por mi felicidad a Lidia del blog On Top of the World. ¡¡Muchísimas gracias, Lidia!!


Reglas:
-Nombrar y agradecer al blog que te ha concedido la nominación.
-Hacerte seguidor del blog que te nominó.
-Responder a las 11 preguntas que te formulen.
-Conceder el premio a 11 blogs con pocos seguidores.
-Hacer 11 preguntas.
-Informar a los 11 blogs nominados.

Estas son las preguntas que me han hecho:

-¿Verano o Invierno?
Pff... no sabría qué decir, pero supongo que el verano. Me gusta más el calorcito ^^
-¿Cuál es tu mayor sueño?
Escribir un libro y conseguir que se publique.
-¿A dónde te gustaría viajar?
A Londres... llevo años queriendo ir allí.
-Por una persona serías capaz de...
Depende de la persona, pero si es alguien que me importara mucho, sería capaz de dejarlo todo y hacer cualquier cosa que me pidiera, menos matar a alguien... jajaja
-¿Canción que no se te quita de la cabeza ni por un momento?
Pues no sabría decirte, ya que cada día se me pega una diferente.
-¿Lo más bonito que alguien haya hecho por ti?
Darme un abrazo cuando lo necesito y sin que esa persona me pregunte si me encuentro bien. No es gran cosa, pero para mí eso significa mucho :D
-¿Qué libro recomendarías?
Bel: amor más allá de la muerte de Care Santos. Es un libro que me encantó y uno de los primeros con los que empecé a engancharme a la lectura ^^
-El chico de tus sueños debe ser...
Detallista y que me haga reír :)
-¿Posar o hacer foto?
Sin duda hacer foto, aunque me suelo cansar de salir en todas mal y siempre acabo posando jajaja
-¿Por qué tienes blog?
Porque quería compartir mis pensamientos con la gente y porque me encanta escribir, y tener un blog es una muy buena forma de hacer que otra gente pueda leer lo que escribo.
-¿Te gustaría cambiar algo de tu pasado? Y, si quieres responder, ¿el qué?
Sí, cambiaría mis dos primeros años de instituto. En esos años me alejé de mi grupo de amigas y perdí todo contacto con ellas, perdí muchos momentos que sé que habrían sido inolvidables, aunque ahora vuelvo a estar con ellas y son muy importantes para mí :')

Aquí están los blogs nominados:


Y estas son las preguntas que hago yo:

-¿Qué tres cosas te llevarías a una isla desierta? (no vale comida, agua ni ropa... allí hay xD)
-¿Cuál sería tu lugar ideal para perderte?
-¿Prefieres los días lluviosos o soleados?
-¿Qué es lo que más te gusta hacer en tu tiempo libre?
-¿Alguna vez has metido tanto la pata que piensas "tierra, trágame"? (si es que sí, tienes que decir qué te pasó)
-¿Cuál es tu libro favorito?
-Si tuvieras la oportunidad de ir a cualquier parte del mundo, ¿adónde irías?
-¿Cuántas horas, más o menos, estás con el ordenador?
-¿Qué es lo que mejor se te da hacer?
-¿Qué estación del año es tu favorita?
-¿Quién es la persona más loca que conoces?

martes, 11 de junio de 2013

Mis mariposas

Mis pensamientos vuelan alto,
muy alto
y mi imaginación se marcha lejos,
muy lejos
mientras mi corazón se enamora rápido,
muy rápido.

Mis mariposas,
como corazones alados,
vuelan revoltosas
entre los fantasmas
de un espejismo ansiado,
el sueño de un hada
con su trágico despertar.

Soñar que puedes volar
para después despertar
y estrellarte con la cruda realidad...

Eso es el amor
cuando no es correspondido,
cuando se convierte en dolor
y tu vida pierde el sentido.

Porque tú, tú, tú...
siempre eres tú,
pero nunca serás conmigo.

domingo, 9 de junio de 2013

¡Libre! ^^

   Hoy estoy muy, muy, muy, muy contenta. ¿Por qué? Porque ya he terminado todos los exámenes y no tengo que estudiar nada más. Las  notas no van a ser muy malas, aunque sé que podrían ser mejores (me he relajado un poco este trimestre :S). Ahora voy a tener mucho tiempo libre y podré hacer muchas más cosas y sobre todo prepararme para este verano. Tengo muchos planes preparados y quiero hacerlos todos jajaja.
    Eso es todo lo que tenía que decir, así que os dejo una frase que a mí me ha enseñado que no tenemos que darnos por vencidos, que siempre hay una solución, por muy simple que sea :)




domingo, 2 de junio de 2013

Los amantes de Teruel.

   Hoy voy a contaros la historia de los amantes de Teruel. Todo el mundo ha oído hablar de ellos, pero ¿quién conoce su historia?
    El otro día fui a Teruel y tuve la ocasión de saber lo que les ocurrió a estos dos amantes. Aquí os dejo su historia:

    Juan e Isabel se conocieron siendo los dos muy jóvenes y ambos se enamoraron perdidamente el uno del otro. Sin embargo, debido a que los dos procedían de clases sociales diferentes, no podían estar juntos. Ella era hija de un señor muy rico y poseedor de varias tierras, mientras que él, era hijo de un campesino.
    Un día, Juan le prometió a su amada que iría a buscar riquezas por la tierra y el mar y que dentro de cinco años volvería para convertirla en su esposa. Juan marchó e Isabel prometió esperarle, pero su padre estaba deseando que ella contrajera matrimonio con alguno de los hijos de sus amigos adinerados. Ella siempre rechazaba a los candidatos de su padre, siendo fiel a la promesa que le hizo a Juan y esperando a que él volviera.
    Los cinco años pasaron y el joven no aparecía y ella no había recibido ninguna carta por parte de él, por lo que la esperanza de Isabel decayó, mas ella siguió esperándole un par de años más. Pero, finalmente, Isabel perdió toda esperanza y aceptó casarse con el hijo de un buen amigo de su padre.
    Pocos días después del enlace, Juan llegó de su largo viaje en el que consiguió reunir la riqueza suficiente como para poder casarse con Isabel, pero cuando a sus oídos llegó la noticia de que ella había sido desposada con otro hombre, su corazón se rompió. Aún así, quiso hablar con su amada para saber si ella le seguía queriendo.
    Se coló en la habitación de Isabel, se puso junto a ella y la despertó. Ella se alegró muchísimo de verle, pero también se asustó, ya que su marido estaba durmiendo a su lado y temía que se despertara y viera a Juan allí. Los dos amantes se miraron fijamente hasta que Juan rompió aquel silencio.
    -Bésame, que me muero – le dijo en un susurro.
    Eso era lo que Isabel más deseaba en ese mundo, pero recordó que ahora estaba casada y debía serle fiel a su marido, por lo que ella rechazó su petición.
    -Bésame, que me muero – volvió a decir el joven, pero ella volvió a negarse.
    Ante su rechazo, Juan cayó desplomado sobre las sábanas. Isabel no se creía lo que veían sus ojos: su amado había muerto delante de ella. Alarmada, ocultó el cuerpo de Juan, despertó a su marido y le dijo:
    -Cuéntame alguna locura.
    Su marido, extrañado por su petición, accedió a ella y le contó una locura. Cuando terminó, Isabel le dijo:
    -Ahora me toca a mí contarte una locura – y le contó todo lo relacionado con Juan y cómo había muerto a sus pies.
    -¿Y por qué no le besaste? – le preguntó su marido.
    -Porque tú eres mi marido y tengo que serte fiel – le dijo ella  a lo que él le dijo que debía ser elogiada por su inmensa fidelidad, pero aún así, él le seguía diciendo que tendría que haberlo besado para que no hubiera muerto.
    -Tenemos que sacarlo de aquí – le dijo a su esposa –. Si alguien lo encuentra creerá que he sido yo el que lo ha matado.
    Así que los dos cogieron el cuerpo de Juan y en mitad de la noche lo llevaron hasta la casa de su padre, donde lo encontraron a la mañana siguiente.
    Isabel seguía dándole vueltas a ese beso que no le había dado y sentía que ella era la única culpable de su muerte, por lo que, antes de que lo enterraran, decidió ir a darle un beso.
    El día del entierro, Isabel se acercó al muerto, pasando entre las filas de parientes de Juan y siendo observada por todos ellos, pero a ella no le importaba, en su mente solo estaba el deseo de darle a su amado el beso que no le había concedido.
    Al llegar junto al cuerpo de Juan, se inclinó sobre él y le dio un suave y dulce beso en los labios inertes, para después, dejarse caer sobre él.
    Los parientes del difunto no vieron bien que una muchacha que ni siquiera era de la familia estuviera así sobre el cuerpo de Juan, por lo que se acercaron a ella para decirle que se apartara, mas Isabel ya no les oía, ya no podía moverse. Había muerto junto a su amado.
    Nadie entendía nada de lo que acababa de ocurrir, pero entonces el marido de Isabel les explicó lo que ella misma le había contado la noche en que Juan se coló en su habitación. La gente se emocionó con aquella historia y el propio marido fue el que dijo que los enterraran juntos.

    Desde entonces, los cuerpos de Isabel y Juan descansan juntos, enterrados entre los muros de Teruel, mientras su historia de amor recorre todo el mundo y permanece viva en la memoria de la gente.

    Espero que os haya gustado :)

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