martes, 26 de noviembre de 2013

Nobody knows who I really am... neither do I

    ¿Quién soy?
   Una gran pregunta que parece fácil a primera vista, pero que esconde un montón de secretos entre sus interrogantes. ¿Quién soy? ¿Quién eres? ¿De verdad te conoces tan bien como crees? ¿Qué te hace diferente de los demás? ¿Qué te hace igual?
    Me he dado cuenta de que no sé quién soy, no me conozco a mí misma. Sí, podría decirte cómo me llamo, cuál es mi color favorito, qué canciones me gustan o qué hago en mis ratos libres. Pero es a la hora de describir mi personalidad cuando dudo. Me gustaría decir que soy amable, optimista, inteligente y tímida, pero ¿de verdad soy así? A veces pienso que todo lo que soy es una simple máscara tras la que se esconde la verdadera yo.
    Sin embargo, al preguntar a los demás por mi personalidad responden otras cosas: eres generosa, simpática, luchadora y modesta. ¿Es esa la imagen que doy? ¿Lo que los demás ven al mirarme?
   Sé que nadie me conoce de verdad. Nunca muestro a los demás mis sentimientos y preocupaciones, en ese tema soy muy cerrada y prefiero guardarme las cosas. Son mis secretos y ni siquiera hablo de ellos con las personas más cercanas a mí. Los mantengo en mi interior y temo el día en el que no pueda retenerlos más y salgan al exterior a borbotones en forma de lágrimas o gritos. Mientras tanto, sé que no diré nada. Mis emociones son algo muy personal para mí, algo que no se puede contar así como así.
    Por lo tanto, ¿quién me conoce realmente? La gente cree conocerme y sin embargo yo sé que no saben nada de mí. No saben cuáles son mis problemas y muchas veces, esos problemas y preocupaciones son los que definen a una persona. Visto de esta forma, sería fácil afirmar que me conozco, pero no es así. Porque a pesar de conocer mis problemas no consigo elaborar una idea clara de mí misma.

    La respuesta a la pregunta quién eres se pude interpretar de tres formas:

1. Así es como crees que eres, porque no sabes del todo la respuesta.
2. Eso es cómo te gustaría llegar a ser, la persona en la que te gustaría convertirte.
3. O simplemente es la imagen que muestras a los demás.

    Es difícil conocerse a uno mismo y, nos escondamos tras una máscara o no, siempre habrá una parte de nosotros que creeremos que está encerrada, esperando que un día la liberemos para poder mostrarnos al fin tal y como somos.



lunes, 11 de noviembre de 2013

Rosa de los vientos.

    Seré tu rosa de los vientos, la que marque tu camino, la que te guíe en la oscuridad.
   Seré tu comienzo, pero sin final, porque el camino nunca acaba y el viaje es eterno. Mas el norte siempre estará en la misma dirección, el hogar siempre estará en el mismo sitio. Permítime mostrarte el camino y, cual rosa de los vientos, yo seré tu billete de ida a nuevos mundos.
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