viernes, 30 de agosto de 2013

Una historia de feria (parte 2)

    Han pasado los años y “El Canguro Loco” siempre ha venido a mi pueblo, siempre me he montado al menos dos o tres veces por día y siempre, ese niño se ha sentado delante de mí. Ya no le guardo rencor como cuando era pequeña y cada que vez que se da la vuelta y me sonríe, yo le devuelvo la sonrisa, contenta. Creo que me he acabado enamorando de él, pero me repito a mí misma una y otra vez que eso no puede ser. Nunca he hablado con él y solo le veo una vez al año, mientras que el resto del tiempo, él viaja de ciudad en ciudad pasando por todas la ferias posibles, conociendo a mucha gente y viendo muchos caras nuevas. Por lo que ni siquiera sé si él se acuerda de mí cada vez que me monto en “El Canguro Loco”. Sin embargo, cada vez que me sonríe, algo dentro de mí me dice que sí, que me recuerda, y que esa sonrisa es solo para mí.
    Ahora tengo diecinueve años y me encuentro delante de mi atracción favorita. Las brillantes y parpadeantes luces del “Canguro Loco” me sacan una gran sonrisa, como cada año. Tengo el ticket ya en mi mano, y estoy esperando a que nos toque el turno de subir a mi amiga y a mí mientras me termino mi bola de dulce algodón de azúcar. Me fijo en todos los asientos mientras dan vueltas y más vueltas buscándole a él, pero no está en ninguno de ellos.
    Cuando la atracción se detiene, mi amiga y yo nos apresuramos a coger sitio. Abrochamos el cinturón y bajamos la barra de seguridad. Rápidamente, los demás asientos se llenan, pero yo solo miro alrededor, esperando ver a ese chico de pelo negro sentarse delante de nosotras. Y ahí está. Revisando que todo esté en orden. Cuando termina, pasa veloz por mi lado y se sienta delante de nosotras, junto a dos chavales que creo que no conoce de nada. En cuanto ajusta la barra de seguridad, se da la vuelta y me mira con sus ojos negros. Esta vez, soy yo la primera en sonreír y mi sonrisa se ve correspondida por la suya. La sonrisa más bonita y sincera que haya visto nunca.
    La atracción se pone en marcha y una vez más, me lo paso genial, como si fuera una niña chica que se monta por primera vez sin miedo.
    “El Canguro Loco” se para demasiado pronto para mi gusto. Cada vez se me hace más corto el viaje, del cual casi no me entero, ya que estoy pendiente del chico que hay delante de mí, esperando a que se dé la vuelta para poder ver esos ojos negros y esa sonrisa.
    Me bajo sin apenas sentir las piernas y me parece que voy dando tumbos de un lado para otro, pero unos segundos después mis piernas responden correctamente.
    Mi amiga y yo nos ponemos a buscar otra atracción en la que montarnos, aunque yo preferiría subir de nuevo en “El Canguro Loco”.
    -Perdona – dice una persona mientras me da suaves golpes en el hombro.
    Al darme la vuelta, me encuentro con los ojos negros de ese chico con el que nunca he hablado y al que siempre he querido decirle algo, pero nunca he tenido el valor suficiente para hacerlo. Sin embargo, ahora él está ahí, hablándome. Le sonrío tímidamente.
    -Creo que se te ha caído esto – me dice y levanta la mano para mostrarme unas llaves – ¿Son tuyas?
    Enseguida reconozco el llavero, pero aún así me llevo las manos a los bolsillos. No, mis llaves no están.
    -Sí, son mías – digo extendiendo mi mano para cogerlas – Gracias. Sin ellas no puedo entrar a mi casa.
    -No hay de qué – dice, mostrando esa sonrisa que tanto me gusta y que tanto he llegado a conocer en todo este tiempo – Nos vemos por ahí.
    Apenas consigo decirle un tímido adiós. Lo observo hasta que desaparece entre la gente y entonces una sonrisa desconocida para mí aparece en mi rostro. “Me ha hablado”, pienso mirando mis llaves, que antes han estado en sus manos.
    Vuelvo a caminar al lado de mi amiga, pero mi cabeza está a miles de kilómetros de distancia en este momento.

    “Él ya me ha hablado, ahora tengo que hablarle yo. Tengo que dar el siguiente paso” pienso sin dejar que esta sonrisa abandone mis labios.

4 comentarios:

  1. Me está gustando mucho esta historia, supongo que hay otra parte... No sé es una típica y diferente a la vez, es extraño pero me gusta mucho :)
    Besoos!!^^

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  2. Pues la verdad es que no tenía pensado escribir más partes, pensaba dejarlo así, pero si se me ocurre alguna forma de continuarla, no dudes en que la escribiré ;)

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